La comunidad de Selva realizó el Mes Misionero en el salón del Centro de Jubilados, donde se hizo la misa dominical de cierre.
La celebración, cargada de espiritualidad y compañerismo, sirvió no solo para cerrar un mes especial, sino también para fortalecer los lazos entre los miembros de la comunidad misionera, quienes miran al futuro con el compromiso de continuar trabajando por la fe y el aprendizaje en unidad.
Acompañados por el diácono Freddy, de la Parroquia de Ceres, los asistentes reflexionaron sobre el camino recorrido a lo largo del año, especialmente en el trabajo con el grupo de Infancia y Adolescencia Misionera.
Marcelo Beltramo, coordinador de la actividad, destacó la importancia de este proceso anual como una instancia de crecimiento y formación espiritual. «Continuamente estamos aprendiendo de lo que hacemos, y gracias a las capacitaciones permanentes, avanzamos en la fe, con Jesús como centro», comentó.